No puedo más. Definitivamente no puedo más. Toleraré muchas injusticias de este repugnante mundo y de este infierno de isla, pero todo tiene su límite. Uno se cansa de soportar, aguantar y levantarse una y otra vez sin recibir nada a cambio. Estoy llegando a una situación donde la realidad me está dando unas buenas patadas a la cara y en la que no veo salida alguna. Quizás para muchos exagere y por eso muy pocos lo saben, ya que odio que se infravaloren los motivos de mi tristeza. Puedo estar baja de ánimos un par de minutos y a los pocos segundos desaparece, pero ya llevo una semana así e intentando fingir delante de los demás para no destrozarle la fiesta a nadie y, aunque no lo parezca, me está preocupando.
Yo soy una persona que vive de las redes sociales. Me gusta mantenerme en contacto con amigos con los que no frecuento y ver cosas que publican porque, aparte de entretenerme, me distrae de otros disgustos y paso un buen rato. Todo perfecto hasta que a los graciosos de mis "adorables" compañeros de carrera se les ha ocurrido la gracia de estar dos semanas restregando su fin de carrera sacada año por año a base de copiarse entre ellos y hacer la pelota a los profesores (parece mentira si lo digo así pero es algo que he visto personalmente durante 4 años). ¿Cómo lo hacen? Pues publicando tandas de mínimo 20 fotos, estados alardeando de superioridad... Cada uno es libre de hace lo que le dé la santa gana en su cuenta y lo acepto, pero dos semanas con eso ya para mí es excederse y faltar el respeto a quienes no tienen esa suerte lo hagan intencionadamente o no.
Sinceramente me molestaría de todas formas si se lo merecieran pero en una menor medida y mucho menos si no hubiera pasado por lo que pasé durante tantos años mientras se premia con los ojos cerrados al grupo de simpáticos que no dio un palo al agua desde que ha puesto el hocico en la facultad. Perdonad las expresiones pero me emociono porque he sufrido demasiado. Son años callándome esto y tarde o temprano iba a explotar porque si hay algo que no tolero por nada del mundo son las injusticias. Quienes me conocen realmente o han leído mis primeras entradas del blog saben muy bien de lo que estoy hablando. Sí, los he visto pasarse los pendrives con los ejercicios en plena corrección de trabajos hasta los he escuchado pedírselos los unos a los otros mientras yo me mataba mínimo 6 horas seguidas cada día intentando resolverlos para tener un 5 como si fuera mucho pedir. No soy la única persona que dice que la mitad de los que se graduaron este año NO se lo merecen, así que no se trata de otra de mis paranoias.
¿A dónde quiero llegar con esto? Ver esto un par de días escuece pero dos semanas, quema y deja la piel en carne viva sobre todo sabiendo lo que hay detrás. Me duele y me destroza ver cómo la vida no pone a la gente en su sitio, que es lo que se supone que todos dicen que ocurre. Yo seguiré atascada en el mismo lugar viendo el triunfo de los demás y esperando un momento que nunca llegará. Espero a que se haga de noche para llorar tranquilamente durante horas sin que nadie me moleste entrando en mi habitación o hablándome y a veces tengo la sensación de que podría estar así durante meses. Cada vez que abro los apuntes me llegan a la cabeza imágenes y pensamientos negativos como "¿para qué si vas a acabar igual?" o "no lo aprobarás nunca porque eres tonta", que al final opto por cerrar los libros y estar al borde de las lágrimas.
Intentaré ir mañana a urgencias porque necesito mucha ayuda pero sinceramente me hago una idea de que el mundo funciona así y por mucho que intente darlo todo de mí, nunca lograré nada en esta vida. Si antes tenía metas, ya las abandono porque no hago más que perder el tiempo.