Resulta impactante sentarte en el asiento de la consulta y mirar a los ojos al médico mientras de su boca salen las palabras "esquizofrenia paranoide". Es como si a partir de ese momento todo empieza a cambiar y a volverse más confuso de lo que estaba. Antes me fiaba únicamente de lo que yo pensaba y ahora no sé a quién debo escuchar.
Recuerdo apretar los puños y retener las lágrimas para no montar un drama. Nadie puede imaginarse que esto podría pasar alguna vez, es como esos momentos en los que dices "bah, eso jamás me pasará" y luego ocurre de repente. Fui a psiquiatría porque todos mis amigos notaban que me comportaba de forma extraña mientras yo me justificaba diciendo que era mi forma de ser. Más adelante supe que tenía un problema: me estaba aislando demasiado, lloraba todos los días por cosas de poca importancia, tenía tanta ansiedad que me arrancaba el pelo o arañaba las paredes, veía monstruos todos los días que me amenazaban y tenía una enorme desconfianza hacia todo el mundo...
Me costó admitir que pasaba algo y que me estaba devorando cada vez más deprisa. Pensé que si todos me lo decían era por algo, así que decidí acudir a una psicóloga para confirmar cosas. No llevábamos ni 5 sesiones y ya me recomendó ver al psiquiatra porque consideraba que mi problema era muy importante. Yo acepté diciéndole "vine aquí para saber qué me pasa, así que no me echaré atrás".
Tras un par de visitas, el psiquiatra me diagnosticó:
- Esquizofrenia Paranoide
- Depresión
- Ansiedad no especificada
- Trastorno Esquizoide
- Trastorno Borderline
Tuve que esforzarme mucho para no llorar en aquel momento y pensar en cosas como "quise saber lo que tenía y ya lo tengo, ahora toca cambiarlo". No diré que ha sido un diagnóstico fácil de aceptar, sino muy difícil: ya no sabía si fiarme de mí misma, no sabía si todo son cosas mías o si es la realidad. Daban ganas de esconderse en una habitación vacía, cerrar la puerta con llave y llorar a oscuras durante horas. Pero delante del médico, decidí ser fuerte y aceptar firmemente aquellas enfermedades y probar si el tratamiento hacía efectos positivos.
Aceptar una esquizofrenia es muy duro y quizás una de las cosas que jamás podrían olvidarse. Reflexioné sobre la enfermedad, decidí buscarle aspectos positivos, aceptarla como algo que forma parte de mí y utilizarla a mi favor.
Desde luego que no es nada fácil, pero lo único que sé es que hacen falta dos incógnitas para esta ecuación: voluntad y paciencia.
Hey, qué tal. ¿Conoces el experimento de Rosenhan?
ResponderEliminarSe hacen pasar por esquizofrénicos en un hospital psiquiátrico y los psiquiatras los aceptan como pacientes ya que muestran toda la sintomatología que viene en el DSM. El objetivo de estos psicólogos fue observar como eran los internados, como trataban a los "enfermos" y ver la dinámica que llevaban los psiquiatras ahí dentro.
Como ves a todo el mundo le pueden diagnosticar esquizofrenia, si se lo propone.
https://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Rosenhan