Definitivamente no puedo con Diciembre. Esa estrecha línea que existe entre amor y odio se ve muy reflejada en mis experiencias relacionadas con el mismo mes pero, para mi desgracia, últimamente lo que más me apetece es eliminarlo del calendario, dormir desde el 30 de Noviembre hasta el primer microsegundo de Año Nuevo.
Este Diciembre ha sido un cúmulo de cosas, en su mayoría desagradables. Para empezar tenemos la situación de toda la vida: te das cuenta de que tienes menos de un mes para sacar todos los exámenes más trabajos que entregar si uno quiere ganar un porcentaje de nota final. Esto podía haberlo evitado mucho antes pero me confié demasiado porque veía que eran asignaturas que no me costaban y pensé que podía con ellas enseguida. No fue así del todo porque a lo largo de enero me surgieron dudas. Esto sí que admito que fue culpa mía y el siguiente cuatrimestre haré cuanto esté en mi mano para que no vuelva a suceder.
Ay, 8 de Diciembre a las 19:14 horas... Fecha difícil porque ahí el maravilloso novio por el que he estado apunto de dejarlo todo para irme a sus brazos bien asentados en Alemania, decidió dejarme. ¿Motivo? Una estúpida discusión. Eso tumbó 3 años de una relación que me he estado trabajando a pulso, tirando mucho dinero para prepararme el idioma, conseguir los requisitos exigentes (por mucho que ellos lo pintan todo de rosa, la realidad es otra muy diferente), mantener durante 2 años una relación a distancia, abandonar a mi familia y mis amigos de toda la vida... Y ya ni menciono el espectáculo que hice de irme a trabajar allí para mejorar el idioma y sacarme el título.
Mi impresión (y la de muchos amigos) fue que él estaba deseando dejarme desde hace tiempo y aprovechó la ocasión para ello. No siento el menor amor por mi ex, ni siquiera quiero que las cosas le vayan bien. Quiero que recuerde cada segundo de su vida la enorme traición que lanzó sobre mí, el esfuerzo en vano que gasté, el dinero que tiré a la basura, la gente a la que he estado apunto de abandonar. Quiero que lo recuerde y que le duela como un puñal. Ojalá sufra y por mucho tiempo.
Estoy muy decepcionada, mis ilusiones por tener pareja se han hundido por completo porque viendo que la gente vale la pena o está traumatizada por una mala ruptura o sólo quieren rollos para un rato, pues me hace pensar que jamás encontraré a nadie y a desconfiar aún más de la gente. Tengo miedo de que vuelvan a hacerme daño, de yo darlo todo y no recibir nada o de tener la sensación de que nunca aprenderé. Quiero confiar, aprender de mis errores, no tener miedo de querer a alguien... La confianza y la seguridad que antes había ganado se fue y ahora tengo tanto miedo que hasta dudo que mis amigos quieran estar conmigo o que no les guste. Espero que esto sea temporal porque la sensación es muy cargante.
Perdona por las anteriores líneas pero necesitaba ante todo desahogarme, puesto que llevo mucho tiempo sin hacerlo. Este mes de Enero no he hecho gran cosa, todo ha sido estudiar para los exámenes, los cuales se me han prolongado hasta el lunes 8 de Febrero, que es cuando definitivamente terminaré y podré salir por fin a los Carnavales y no quedarme en casa dándole vueltas a la cabeza.
Este Diciembre ha sido un cúmulo de cosas, en su mayoría desagradables. Para empezar tenemos la situación de toda la vida: te das cuenta de que tienes menos de un mes para sacar todos los exámenes más trabajos que entregar si uno quiere ganar un porcentaje de nota final. Esto podía haberlo evitado mucho antes pero me confié demasiado porque veía que eran asignaturas que no me costaban y pensé que podía con ellas enseguida. No fue así del todo porque a lo largo de enero me surgieron dudas. Esto sí que admito que fue culpa mía y el siguiente cuatrimestre haré cuanto esté en mi mano para que no vuelva a suceder.
Ay, 8 de Diciembre a las 19:14 horas... Fecha difícil porque ahí el maravilloso novio por el que he estado apunto de dejarlo todo para irme a sus brazos bien asentados en Alemania, decidió dejarme. ¿Motivo? Una estúpida discusión. Eso tumbó 3 años de una relación que me he estado trabajando a pulso, tirando mucho dinero para prepararme el idioma, conseguir los requisitos exigentes (por mucho que ellos lo pintan todo de rosa, la realidad es otra muy diferente), mantener durante 2 años una relación a distancia, abandonar a mi familia y mis amigos de toda la vida... Y ya ni menciono el espectáculo que hice de irme a trabajar allí para mejorar el idioma y sacarme el título.
Mi impresión (y la de muchos amigos) fue que él estaba deseando dejarme desde hace tiempo y aprovechó la ocasión para ello. No siento el menor amor por mi ex, ni siquiera quiero que las cosas le vayan bien. Quiero que recuerde cada segundo de su vida la enorme traición que lanzó sobre mí, el esfuerzo en vano que gasté, el dinero que tiré a la basura, la gente a la que he estado apunto de abandonar. Quiero que lo recuerde y que le duela como un puñal. Ojalá sufra y por mucho tiempo.
Estoy muy decepcionada, mis ilusiones por tener pareja se han hundido por completo porque viendo que la gente vale la pena o está traumatizada por una mala ruptura o sólo quieren rollos para un rato, pues me hace pensar que jamás encontraré a nadie y a desconfiar aún más de la gente. Tengo miedo de que vuelvan a hacerme daño, de yo darlo todo y no recibir nada o de tener la sensación de que nunca aprenderé. Quiero confiar, aprender de mis errores, no tener miedo de querer a alguien... La confianza y la seguridad que antes había ganado se fue y ahora tengo tanto miedo que hasta dudo que mis amigos quieran estar conmigo o que no les guste. Espero que esto sea temporal porque la sensación es muy cargante.
Perdona por las anteriores líneas pero necesitaba ante todo desahogarme, puesto que llevo mucho tiempo sin hacerlo. Este mes de Enero no he hecho gran cosa, todo ha sido estudiar para los exámenes, los cuales se me han prolongado hasta el lunes 8 de Febrero, que es cuando definitivamente terminaré y podré salir por fin a los Carnavales y no quedarme en casa dándole vueltas a la cabeza.