En primer lugar quiero acentuar la mejor decisión que he tomado desde que ingresé en aquel asilo mental llamado "Facultad de Informática", que fue trasladarme a la UNED (Universidad Nacional Española a Distancia). Si pudiera entrar en las mentes de las personas que están frustradas con sus estudios, recomendaría esta opción al 100% (Obviamente si se tiene un mínimo de voluntad), sobre todo para aquellos que tienen tiempo libre como mucho para prepararse un café. ¿Por qué dejé aquel sitio infernal? Las causas son varias:
- El año pasado no aprobé nada y con notas muy injustas para el esfuerzo al que le dediqué.
- Estudiaba durante tres meses en mi casa, sin apenas tener contacto con nadie, lo que provocó que tartamudeara a veces a la hora de hablar o no pudiera mirar a casi nadie a la cara.
- Estaba deprimida, la medicación aumentaba y, con ello, la preocupación de mi familia.
- No quería aguantar ni un día más a aquellos sujetos que se hacen llamar compañeros, los cuales para mí deberían tener otros apodos que no voy a mencionar aquí porque no me gusta rebajarme a niveles ajenos.
Vamos, todo apuntaba a que tenía que irme de allí cuanto antes. Tomé la decisión nada más ver dos injustos ceros en exámenes que no me salieron de maravilla pero cuya nota tampoco me la merecía. Y, sinceramente, fue lo mejor que he hecho: estoy sacando buenas notas y me da tiempo para hacer otras cosas.
Respecto al tema de las amistades, pues he tenido mis altibajos. Dos de mis amigas, a las cuales consideraba indispensables me traicionaron de la forma más asquerosa posible: una de ellas se percataba de lo mal que lo estaba pasando y en ningún momento tuvo el mínimo detalle de interesarse por lo que ocurría. La otra se pasó por una zona que no quiero mencionar nuestros años de amistad debido a una discusión que nada tenía que ver conmigo pero me salpicó la mierda. He recibido tropecientos mensajes suyos pidiéndome perdón pero sinceramente, si puedo evitar a ese tipo de gente interesada y que te dice una cosa a la cara y otra por detrás, mejor entonces.
Si el 2014 tuviera algún tipo de trastorno, lo clasificaría como un año bipolar (primeros meses de depresión y los últimos, euforia a más no poder). Parece ser que todo va a avanzando en pequeños pasos y a la vez agigantados. Espero que esto sea el principio de una optimista vida.
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