lunes, 30 de marzo de 2015

Mi Experiencia Con Risperidona 4 mg




Desde que mi psiquiatra decidió sacar un recetario y apuntar en el papel "Risperdal" ya supe a lo que estaba enfrentándome. Mi interés por la psicofarmacología ha hecho que me encontrara con este medicamento en muchas ocasiones en varios libros y webs. No sé si fue una sensación incómoda debido a que no me encontraba tan bien como creía o de alivio por haber leído buenas opiniones acerca de su eficiencia. Sin miedo alguno, tomé el papel con la letra de aspecto árabe que tiene el médico y me dispuse a comprar las cajitas con la cabeza bien alta.

Al principio estuve con Risperdal 0.5 mg durante el primer mes. Apenas se notaban los efectos e incluso fui a pedirle al psiquiatra un aumento porque no veía avance alguno. Cada mes fui ascendiendo de cantidad, debido a las fuertes alucinaciones y delirios que presentaba pero al llegar a los 3 mg ya estaba resultándome algo insufrible los primeros días a pesar de que ya me hubiera acostumbrado a la sustancia, presentando los siguientes síntomas:

- Mareos
- Náuseas
- Cansancio que duraba casi un día entero

Recuerdo ir a un examen después de haber aumentado a la cuarta dosis y estaba tan agotada que lo único que me importaba era terminar la prueba cuanto antes e irme lo más pronto posible a dormir. La máxima cantidad a la que he llegado han sido 4 mg y estaba tan harta de sentirme cansada y torpe a la hora de moverme que acabé dejándola por mi cuenta, cosa que NUNCA debí hacer. No soportaba salir con mis amigos y desear que el evento terminara para volver a casa a descansar, caminar y moverme de forma lenta y no disfrutar del momento cuando se supone que la medicación está para ayudarte.

Resulta que mi decisión terminó por hacer que acarreara con mis consecuencias, ya que después de un mes me sentí tan arrepentida de abandonarla que volví a tomar los 4 mg. Fue horrible. Un auténtico horror. Estaba tan agotada que a veces he estado apunto de caerme al suelo, el dolor de estómago era infernal, no tenía fuerzas para levantar los párpados, presentaba galactorrea (secreción láctea en pezones) y pérdida de sensibilidad en los dedos de las manos y dientes.


Lo Positivo de Risperidona:

- Su precio no es alto
- Una vez te acostumbras, resulta muy eficaz
- En menos de un mes, la frecuencia de las alucinaciones y delirios va descendiendo


Lo Negativo de Risperidona:

- Muchos efectos secundarios
- No es muy compatible a la hora de combinar con más medicinas, ya que reacciona con facilidad
- La duración de los efectos secundarios antes de acostumbrarse se prolonga a poco menos de un mes
- El aumento de las dosis no pasa desapercibido, es decir, parece que se consume por primera vez


Mi consejo:
Si se tiene constancia y paciencia, la Risperidona puede ser un buen medicamento. Me habrá causado muchos inconvenientes pero no recuerdo haber tenido muchas alucinaciones durante su uso, así que garantizo al 100% su eficacia. Si se está a disgusto con la medicina, NO hay que dejarla y mucho menos retomarla después de su abandono (a menos que sólo hayan sido unos pocos días), pues sugiere al médico que la cambie por otra menos agresiva.




Alucinaciones: Pesadillas Vivientes



Humanos desgarbados con cabezas de cerdo, caras en estado de descomposición que sonríen, monstruos encapuchados que me esperan detrás de una puerta, voces que me infravaloran de la peor manera posible, risas, arañazos mientras duermo, niños sin dientes que sonríen... Casi a diario tengo que pasar auténtico pánico en mi propia casa debido a esto que, por mucho que sepa que es producto de mi cerebro y tome 25 mg de antipsicóticos al día, no deja de dar miedo e intervenir en mi día a día.

Conozco muy bien esa sensación que tienen muchos de cerrar rápido la puerta de su habitación, mirar hacia atrás o juntar la espalda contra la pared, esconderse en posición fetal bajo las sábanas y sobre todo, intentar convencerte de que no pasará nada a pesar de que nunca llegues a creértelo. Incertidumbre, terror, tristeza... Sé muy bien lo que es. Los demás te dicen frases tan planas como "sabes que eso no es de verdad" o "no te preocupes" como si se tratara de un catarro.

De momento, el mejor de los consejos que puedo dar es hacer algo que capte entre el 80 y el 100% de tu atención, ya que cuando se presenten las alucinaciones tengas algo en qué centrarte que sea más importante que lo que estás intuyendo. Esto sólo da resultado cuando estás haciendo algo que te fascina y no un pasatiempo cualquiera para acelerar el tiempo, ya que todos tus sentidos deben estar fijados ante algo que la capte por completo.Escuchar a tu grupo favorito, prestar más atención a lo que te dicen tu familia/amigos durante el episodio psicótico, ver una serie/película de un tema que impida que apartes los ojos, salir a correr cerca de tu casa...

Por desgracia los antipsicóticos no son inmediatos y, en muchos casos resultan ser más un inconveniente que una ventaja. En mi caso, la Risperidona 4 mg fue el antipsicótico más agresivo que he tomado (tenía galactorrea, náuseas, adicción y un cansancio tan grande que en ocasiones he estado apunto de caerme) a pesar de que fuera muy bueno. Actualmente estoy tomando Aripiprazol (Abilify 10 y 15 mg) y sinceramente lo recomiendo más que ningún otro porque es muy efectivo, no da cansancio, controla comportamientos extremos y no impide que hagas cosas durante el día, no como Risperdal.

No soy psiquiatra pero si hay personas que me han leído y necesitan alguna ayuda, estaré aquí para intentar dar el mejor apoyo posible, al igual que si existe algún otro consejo para evitar estas incómodas sensaciones estaría muy agradecida poder conocerlo.












¿Amigos o Enemigos con Disfraz?

A lo largo de mi vida he pasado por delante de muchas personas; unas muy buenas, otras no tanto y otras que simplemente dan asco. No seré la amiga perfecta, ya que en ocasiones puedo considerarme injusta ante la gente que de verdad me quiere pero siempre que ha surgido alguna situación en la que tengo que dar apoyo o escuchar (que digo yo que es lo mínimo para una amistad) garantizo mi presencia aunque nunca puede faltar la típica persona que no se conforma y pide más de lo que entrega, como si tú fueras su padre y tuvieras el deber de estar pendiente de todo lo que hace.

Desgraciadamente me he encontrado con este tipo de personas y su presencia hace que tenga más miedo a la hora de hacer amigos, puesto que son personas en las que he depositado ciega confianza y que luego, a la mínima o sin razón alguna, deciden desaparecer. Unos por lo menos tienen la educación de decirte las causas, las cuales suelen resultar ridículas y fáciles de solucionar tan sólo con sentarse un momento y hablar, pero otros se ahorran la molestia como si ésto les supusiera mayor esfuerzo que sacarse una Ingeniería con sobresalientes. No hay mayor decepción que ver cómo estas personas deciden (mayormente por tonterías) salir de tu vida sin darte la menor oportunidad o por lo menos decirte si has hecho algo mal para corregirlo, yo también soy humana y me equivoco como la que más. Todo el mundo se merece una segunda oportunidad.

La mayoría de quienes hacen esto son aquellas personas en las que se confía ciegamente, incluso llegando a ser de tus mejores amigos, y que luego a la mínima estupidez deciden largarse como si la amistad no hubiera significado nada. Obviamente si se hace algo que mereciera el resultado, ahí lo puedo entender pero eso de irse sin motivo ya me parece muy feo, aparte de un acto de inmadurez. Los hay también que se creen más importantes que tú y que por eso merecen el 100% de tu atención (darle "me gusta" a todas sus fotos, reírte de todas sus chorradas a pesar de que no te hagan gracia... ) cuando no se dan cuenta de que tú también tienes tu vida y no todo el mundo gira en torno a su ombligo.

Amigos no me sobran, pero tampoco me faltan, así que en parte también me alegro porque quienes desaparecen de esta forma sé que mucho no me apreciaban ni como amiga ni como persona y, gracias a esto, sé en qué personas puedo confiar y en quienes no. Este tipo de situaciones hacen que aprecie más a mis amigos de verdad y los valore como si de oro se trataran y no a cualquier sujeto que se hace llamar "amigo" por tener un par de cosas en común conmigo y repetir los mismos chistes una y otra vez.

Perdonad el tamaño del texto pero si hay algo que no soporto es que se me desprecie. A la gente que está en mi situación "Siempre hay alguien que te querrá, valorará y aceptará como persona. No importa cuántas sean ni cuándo aparecerán pero lo mejor se hace esperar porque la vida y la justicia ponen a cada persona en su sitio y si te mereces lo mejor, da por hecho que lo tendrás".

Quien no sabe ni decir "Adiós", que no vuelva a decir "Hola".

domingo, 29 de marzo de 2015

Tabaco, Cervezas y Metal

Por si no lo había contado antes, cuando mi novio se fue de nuevo a Alemania después de una visita que me hizo entre finales de julio y principios de agosto, desarrollé tal ansiedad en el aeropuerto, que no se me ocurrió otra cosa que probar el tabaco, ya que he oído de mucha gente que eso relaja un montón. Sé que no es la mejor manera para calmar tal sensación pero estando a las 5 de la mañana en un aeropuerto y sin medicación a mi disposición, decidí recurrir a un paquete de Marlboro.

Aspiraba el humo de cada cigarrillo como si se tratara del alma de un ángel penetrando por mi cuerpo. Mi materia gris burbujeaba y la sensación de paz era tan grande, que casi podía dormirme en el asiento de atrás del autobús y cómo el venenoso humo violaba el interior de mi boca.

Tras esto, simpaticé más con un amigo con el que frecuentaba en la facultad para hacer trabajos de clase y más chorradas. Pensé que nuestro contacto iba a quedarse únicamente en hacer informes, diagramas y todas esas cosas que te llevan un buen rato prepararlas y sólo cuenta con un 20% de la nota. En fin, no voy a enrollarme más, resulta que este chico y yo decidimos quedar a menudo en verano para irnos a tomar alguna cerveza al Barbas Bar (un bar muy conocido en Tenerife y el cual recomiendo) y charlar. Nos llevábamos bastante bien, así que no veía motivos para no quedar y pasar un buen rato después de poco más de un año sin vernos.

Uno de esos días, a mediados de septiembre, me incitó a conocer a sus amigos porque según él nos llevaríamos bien al tener los mismos gustos en cuanto a música (derivados del metal) y videojuegos. Al principio estaba bastante nerviosa y se lo había negado un par de veces, no porque no quisiera conocerles, sino porque estaba en una temporada en la que no podía ni mirar a la gente a la cara. Un días de estos que fuimos al Barbas, aparecieron unos amigos suyos sin que él lo supiera y ahí no tuve más remedio que salir de mi cáscara. Después de un par de cervezas y unos cuantos cigarrillos, obtuve la suficiente soltura como para hablar con una de sus amigas y lo pasé tan bien, que incluso le propuse repetir al día siguiente.

Esto es sólo el comienzo de una serie de cambios que han repercutido en mi vida poco después.

sábado, 28 de marzo de 2015

La medicación

Si hay algo que no podía faltar en este blog después de tanto tiempo sin hacerle caso, es el tema de la medicación. Las cantidades aumentan, otras disminuyen:

- Abilify (10 y 15 mg): Esquizofrenia y trastornos del ánimo. No produce tanto sueño como la risperidona.

- Paroxetina (20 mg): Para la depresión. Produce un montón de sueño y, en el peor de los casos, náuseas y vómitos durante dos días.

- Clonazepam (0.5 mg): Antiepiléptico para casos de ansiedad. No presenta síntomas notables a menos que me tome 2 pastillas a la vez.

La esquizofrenia no está yendo muy allá estos días. No he cumplido con casi nada del tratamiento y esto no es nada más ni nada menos que culpa mía, ahora me toca acarrear con las consecuencias. No paro de ver demonios extraños: uno con cabeza de cerdo, los pies enormes y el cuerpo delgado. Otra alucinación en la que veo una cara descomponiéndose y que sonríe mostrando una boca con pocos dientes.

Nadie puede imaginarse lo horrible que es estar viendo este tipo de cosas todos los días y ya los delirios es otro tema que también me preocupa, ya que son celos y paranoias.

¿Delirio o Realidad?

Todos hemos fantaseado alguna vez con ser un héroe o alguien con poderes extraordinarios. Todos nos habremos dicho alguna vez "tú eres mejor que ellos" o "no se merecen tu atención". Todos hemos creído alguna vez en el destino hasta tal punto de pensar que hay mensajes ocultos o señales que te lo advierten. Todos hemos creído alguna vez que alguien nos criticaba o nos sería infiel... Todo eso es completamente normal pero ¿hasta qué punto pueden llegar estos simples pensamientos? ¿Llegará un punto en el que lo creamos con firmeza? Un grano de arena puede convertirse en una montaña y un pensamiento inocente puede convertirse en un delirio.

Desde pequeña fantaseaba con ser una heroína, de viajar por mundos extraños al más puro estilo de Tim Burton y que tenía una identidad diferente en este mundo para que unos espías no me mataran. Parece curioso como las inocentes fantasías de una niña de 5 años acababan llegando hasta el punto de no saber qué está pasando realmente, consumiéndote cruelmente y sin la menor piedad.

También tengo muchos delirios paranoides, promovidos por celos enfermizos y una seguridad personal en el subsuelo. Para mí, esta es la peor parte de este mal llamado esquizofrenia, ya que no hay nada más triste que desconfiar de las personas a las que amas, vivir con pánico de que alguien te hará daño. No tengo ningún método para combatir contra los delirios aparte de la medicación (Abilify 10 y Abilify 15), ya que para mí, es la parte más fuerte y la definición en sí de la esquizofrenia. Se apoderan de tu pensamiento, engulléndolo poco a poco, devorando tu materia gris hasta perderlo todo y permanecer para siempre a tu lado como si de una sombra se tratara.

Todo comienza por una idea inocente, una especie de obsesión en la que tú eres un blanco de todos los pensamientos que van aflorando en tu débil mente. Sí, sueñas con tener poderes y crees que los tienes. Sí, sientes que el hombre que camina detrás de ti quiere matarte y por eso te escondes tras la primera esquina que encuentras. Sí, ves que todas esas personas se están riendo ¿podría ser de tu patético aspecto?... Inocentes preguntas, incómodas y a la vez espeluznantes. Qué bien me lo conozco...

Hubo una temporada en la que empecé a obsesionarme con Rusia hasta el punto de que escuchaba música rusa únicamente, cantaba el himno nacional cada mañana, leía sus noticias todos los días y, sobre todo, llegué a admirarlo más que a mí misma. Me entregué plenamente a ese país hasta que un día se me ocurrió que quizás podría ser una especie de espía con una identidad diferente que debía protegerlo ante cualquier amenaza. Entrenaba parkour y otros deportes para hacerme cada vez más fuerte y estar lo suficientemente preparada para proteger al país de la forma más eficiente posible.

Obsesionada hasta el punto en el que tenía asignado un número de agente del KGB y una identidad secreta (Veronika Kuzmenko), hasta tal punto en el que en ocasiones no respondía a mi nombre original. Cualquiera que insultara a Rusia o soltara algún comentario que lo criticara, yo respondía de la forma más agresiva e insensible posible. Hubo un momento en el que ya me sentía vigilada por el KGB, los cuales me ordenaban misiones cada vez más siniestras.

El delirio puede llegar a ser casi más destructivo que las alucinaciones auditivas que incitan al suicidio, puesto que somos nosotros contra nuestra propia cabeza, ya no somos los dueños de nuestro pensamiento. Nos doblegamos ante nosotros mismos, ya sea por complejo de inferioridad, culpa o cualquier otra causa y la pérdida del control puede ser tanto significativa como peligrosa.

El Último Baile

Tétrico y oscuro escenario abandonado
Descubierto por un polvoriento telón desgastado
La tenue y débil luz del foco ilumina tímidamente
De repente aparece de la oscuridad una bailarina de ballet
De cuerpo fino y elegante como una pluma
Comienza a bailar para ningún público
Sonriente y alegre, contemplando la oscuridad de la sala
Sus pasos, firmes y a la vez frágiles,
se mueven al compás de la melodía del violonchelo
Gira una y otra vez,
extendiendo sus largos y delicados brazos abrazando el aire.
La música que antes era una melodía
Poco a poco se transforma en una canción gris
Las notas musicales que antes fueron alegres
Se convirtieron en un llanto musical
La joven mantiene su gracia
Esbozando una sonrisa amplia
Pero en sus ojos podía leerse el miedo
Ya sabe qué le sucederá
Su cuerpo
Que trata de luchar contra las turbias mareas de la música
Va debilitándose cada vez más
Intentando zafarse de las fuerzas de la inquieta canción
La música se convierte en un lúgubre y tenebroso recital
La melancolía, el terror y la más profunda tristeza
Albergaban entre los muros del teatro
Inundando con sus lágrimas negras cada rincón,
Los asientos, los pliegues del telón y los agujeros de las paredes
Su joven y bello rostro comienza a marchitarse
Como una rosa en otoño
Perdiendo su luz, su vitalidad, envejeciendo y muriendo
Su cuerpo, hermoso y elegante
Adelgaza sin piedad y palidece
Como si el diablo se apoderara de él
Destruyendo ávidamente su belleza
Fuertes piernas y brazos
No son más que finos huesos
Bailando desesperadamente
Al son de una melodía desafinada y confusa
Se puede ver su cuerpo
Marcado en los finos ropajes de la joven
Como si pidieran un auxilio que nunca será oído
Un crujido inunda la lúgubre sala
El aullido de sus huesos quebrándose
Tobillos deformes que luchan por mantenerse en pie
Costillas rotas y brazos sueltos
La luz del foco comienza a morir
Mostrando aún la tétrica silueta
El unísono de la melodía decae en el vacío
Ella, baila
Aún sabiendo que jamás podrá salvarse

Mi regreso

Reconozco abierta y sinceramente que es más difícil retomar un blog que empezarlo de nuevo o escoger su título. Tras un par de minutos de reflexión con un recipiente de cristal de 300g de salsa de queso; nachos y, cómo no, el Red Bull diario, por fin he encontrado las primeras líneas que escribir después de estar un año de pseudovacaciones. Han pasado un montón de cosas a lo largo de este año ahora que lo pienso, ya que uno durante ese tiempo piensa que su vida sigue siendo la misma cuando la gente pregunta "¿Qué es de tu vida?" y todos respondemos "Nada, lo mismo de siempre".

En primer lugar quiero acentuar la mejor decisión que he tomado desde que ingresé en aquel asilo mental llamado "Facultad de Informática", que fue trasladarme a la UNED (Universidad Nacional Española a Distancia). Si pudiera entrar en las mentes de las personas que están frustradas con sus estudios, recomendaría esta opción al 100% (Obviamente si se tiene un mínimo de voluntad), sobre todo para aquellos que tienen tiempo libre como mucho para prepararse un café. ¿Por qué dejé aquel sitio infernal? Las causas son varias:

- El año pasado no aprobé nada y con notas muy injustas para el esfuerzo al que le dediqué.
- Estudiaba durante tres meses en mi casa, sin apenas tener contacto con nadie, lo que provocó que tartamudeara a veces a la hora de hablar o no pudiera mirar a casi nadie a la cara.
- Estaba deprimida, la medicación aumentaba y, con ello, la preocupación de mi familia.
- No quería aguantar ni un día más a aquellos sujetos que se hacen llamar compañeros, los cuales para mí deberían tener otros apodos que no voy a mencionar aquí porque no me gusta rebajarme a niveles ajenos.

Vamos, todo apuntaba a que tenía que irme de allí cuanto antes. Tomé la decisión nada más ver dos injustos ceros en exámenes que no me salieron de maravilla pero cuya nota tampoco me la merecía. Y, sinceramente, fue lo mejor que he hecho: estoy sacando buenas notas y me da tiempo para hacer otras cosas.

Respecto al tema de las amistades, pues he tenido mis altibajos. Dos de mis amigas, a las cuales consideraba indispensables me traicionaron de la forma más asquerosa posible: una de ellas se percataba de lo mal que lo estaba pasando y en ningún momento tuvo el mínimo detalle de interesarse por lo que ocurría. La otra se pasó por una zona que no quiero mencionar nuestros años de amistad debido a una discusión que nada tenía que ver conmigo pero me salpicó la mierda. He recibido tropecientos mensajes suyos pidiéndome perdón pero sinceramente, si puedo evitar a ese tipo de gente interesada y que te dice una cosa a la cara y otra por detrás, mejor entonces.

Si el 2014 tuviera algún tipo de trastorno, lo clasificaría como  un año bipolar (primeros meses de depresión y los últimos, euforia a más no poder). Parece ser que todo va a avanzando en pequeños pasos y a la vez agigantados. Espero que esto sea el principio de una optimista vida.