sábado, 5 de septiembre de 2015

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo

De todos los veranos que he tenido a lo largo de mi vida no sabría si este ha sido o de los mejores o los peores. ¿La parte mala? He tenido una depresión importante a la que tuve que someterme al doble de medicación, la cual sólo provocaba que tuviera la necesidad de caminar mucho para no dormirme y que he tenido que estudiar en pleno agosto para los exámenes de este mes, a los que daré por finalizados mañana por la mañana.

¿La parte buena de todo esto? He conocido a gente nueva, me he podido permitir alguna que otra fiesta, he hecho cosas diferentes y estoy escuchando música que jamás imaginé que podría llegar a gustarme. He pasado de estar en uno de los estados de ánimo más bajos que he tenido a levantarme en menos de un mes y atreverme a hacer cosas que en otras ocasiones jamás me hubiera atrevido. 

Sinceramente, más que toda la terapia o las pastillas que me he tomado, lo que realmente me ha ayudado fue tomar las riendas de la situación. Decir "Ya está bien, Alex. Hasta aquí es suficiente". Acabé tan harta de verme en la misma situación cada vez que hago un examen, siempre que algo no me sale como he querido. Estoy tan pero tan harta de este insano perfeccionismo y esta irritante tensión a la hora de hacer cualquier cosa, e incluso todo aquello que me apasiona como lo es escribir, dibujar o componer con el bajo.

Llegando al punto de intento de suicidio y pensamientos del mismo estilo, pensé que la situación ya estaba yéndose de las manos y la llevaba más lejos de lo necesario. Lloraba todos los malditos días por una cosa que no era consecuencia de algo que yo hubiera hecho. ¿Me ofendió? Sí. ¿Me sigue dando rabia? Mucha pero tampoco es como para dejar mi vida de lado. Que le den a esos imbéciles, la vida se lo devolverá de una manera u otra, que aunque no le dé la misma importancia sigo esperando con ansia su merecido por muy cruel que suene porque es gente que me ha hecho mucho daño (con esto cabe mencionar lo mal que me trataron en persona durante mi estancia de facultad).

No soy fan de Albert Einstein, no me parece tan inteligente como se cuenta por ahí ni ha sido muy humilde cuando se le ha reconocido su mérito pero hay una cita suya que he recordado en aquella situación y es la cual se lee en el título. Yo decidí estar así. No hay fuerzas sobrenaturales existentes en el Universo que se pongan en contra mía para hacerme daño, ni se ha conspirado para ello (para decir rumores durante años sobre mí sí pero no sacarse una carrera con esa intención). Mi temperamento es ese pero he estado en esa situación porque yo lo he escogido. Recordando esa cita me di cuenta de que sufrir o no sufrir en esta vida depende al 90% de mí y mi actitud ante lo que me rodea.

¿Qué he hecho? No negarme a conocer gente nueva que me han presentado, lo cual aparte de distraerme me ha hecho sentirme mejor que nunca debido a que les he encantado y quieren verme más veces. He ido de fiesta con un grupo al que conozco del año pasado y para mí ha sido una de las mejores experiencias de este verano porque hice algo diferente a lo que suelo hacer. Si he tenido alguna oportunidad para pasarlo bien y mi tiempo de estudio me lo permitía, no lo pensaba dos veces; me vestía enseguida y a los 20 minutos ya estaba saliendo de casa. Incluso he cambiado un poco mi estilo de vestir, el cual me hace sentir más cómoda y segura conmigo misma.

Para mí este mes de agosto ha sido muy positivo. No sólo siento que la vida me ha dado una nueva oportunidad, sino que he decidido dármela también a mí misma. La oportunidad de escoger qué vida quiero tener.

jueves, 23 de julio de 2015

Desenterrando la depresión

No puedo más. Definitivamente no puedo más. Toleraré muchas injusticias de este repugnante mundo y de este infierno de isla, pero todo tiene su límite. Uno se cansa de soportar, aguantar y levantarse una y otra vez sin recibir nada a cambio. Estoy llegando a una situación donde la realidad me está dando unas buenas patadas a la cara y en la que no veo salida alguna. Quizás para muchos exagere y por eso muy pocos lo saben, ya que odio que se infravaloren los motivos de mi tristeza. Puedo estar baja de ánimos un par de minutos y a los pocos segundos desaparece, pero ya llevo una semana así e intentando fingir delante de los demás para no destrozarle la fiesta a nadie y, aunque no lo parezca, me está preocupando.

Yo soy una persona que vive de las redes sociales. Me gusta mantenerme en contacto con amigos con los que no frecuento y ver cosas que publican porque, aparte de entretenerme, me distrae de otros disgustos y paso un buen rato. Todo perfecto hasta que a los graciosos de mis "adorables" compañeros de carrera se les ha ocurrido la gracia de estar dos semanas restregando su fin de carrera sacada año por año a base de copiarse entre ellos y hacer la pelota a los profesores (parece mentira si lo digo así pero es algo que he visto personalmente durante 4 años). ¿Cómo lo hacen? Pues publicando tandas de mínimo 20 fotos, estados alardeando de superioridad... Cada uno es libre de hace lo que le dé la santa gana en su cuenta y lo acepto, pero dos semanas con eso ya para mí es excederse y faltar el respeto a quienes no tienen esa suerte lo hagan intencionadamente o no.

Sinceramente me molestaría de todas formas si se lo merecieran pero en una menor medida y mucho menos si no hubiera pasado por lo que pasé durante tantos años mientras se premia con los ojos cerrados al grupo de simpáticos que no dio un palo al agua desde que ha puesto el hocico en la facultad. Perdonad las expresiones pero me emociono porque he sufrido demasiado. Son años callándome esto y tarde o temprano iba a explotar porque si hay algo que no tolero por nada del mundo son las injusticias. Quienes me conocen realmente o han leído mis primeras entradas del blog saben muy bien de lo que estoy hablando. Sí, los he visto pasarse los pendrives con los ejercicios en plena corrección de trabajos hasta los he escuchado pedírselos los unos a los otros mientras yo me mataba mínimo 6 horas seguidas cada día intentando resolverlos para tener un 5 como si fuera mucho pedir. No soy la única persona que dice que la mitad de los que se graduaron este año NO se lo merecen, así que no se trata de otra de mis paranoias.

¿A dónde quiero llegar con esto? Ver esto un par de días escuece pero dos semanas, quema y deja la piel en carne viva sobre todo sabiendo lo que hay detrás. Me duele y me destroza ver cómo la vida no pone a la gente en su sitio, que es lo que se supone que todos dicen que ocurre. Yo seguiré atascada en el mismo lugar viendo el triunfo de los demás y esperando un momento que nunca llegará. Espero a que se haga de noche para llorar tranquilamente durante horas sin que nadie me moleste entrando en mi habitación o hablándome y a veces tengo la sensación de que podría estar así durante meses. Cada vez que abro los apuntes me llegan a la cabeza imágenes y pensamientos negativos como "¿para qué si vas a acabar igual?" o "no lo aprobarás nunca porque eres tonta", que al final opto por cerrar los libros y estar al borde de las lágrimas.

Intentaré ir mañana a urgencias porque necesito mucha ayuda pero sinceramente me hago una idea de que el mundo funciona así y por mucho que intente darlo todo de mí, nunca lograré nada en esta vida. Si antes tenía metas, ya las abandono porque no hago más que perder el tiempo.

viernes, 3 de julio de 2015

Psicopatía: La cara que muchos creen conocer



Si hay una cosa en este mundo que no soporto es que se hable sin saber. Ocurre cuando alguien está triste durante unas horas y dice que tiene depresión, el que tiene varias formas de pensar afirma ser bipolar... Al escuchar este tipo de cosas, la ignorancia de estas personas habla por sí sola porque unas palabras tan fuertes como "depresión" o "bipolaridad" no deberían decirse tan a la ligera más que nada por el peso de su significado y pienso que teniendo a tan sólo un click información acerca de ellas, más debe cuidarse su uso. Lo mismo ocurre con la psicopatía, calificándola como un sinónimo de "asesino". Son términos que, desde mi punto de vista, no deberían decirse como quien va a pedir un café.

Desde el mundo del cine hasta la realidad misma nos han mostrado una cara de este tipo de personas que muchos no ven más allá de macabros asesinatos a sangre fría y quizás por eso, haya quienes utilicen incorrectamente esta palabra.

La psicopatía es una enfermedad mental carente de cura y tratamiento que consiste en la ausencia de sentimientos y empatía. Se trata personas muy inteligentes, con una capacidad increíble para poder manipular a quien les apetezca mostrando su lado más encantador con tal de conseguir algún objetivo. A simple vista parece gente sin perturbaciones y no sospechas de ellos porque te muestran su lado más humano y servicial e incluso uno llega a pensar que son una especie de ángeles que bajan desde el cielo. Se ha descubierto que una gran cantidad de políticos, economistas y cirujanos presentan signos de psicopatía debido a que son cargos en los que se necesita un mínimo de frialdad.

Son personas extremadamente ordenadas y mentirosos patológicos a los que no les importa manipular a quienes quieran hasta que ya no les sirva y busquen a otro.

Sí, pueden ser asesinos debido a su carencia de remordimiento pero esto no implica que todos lo sean.  Se trata de gente normal y corriente que uno puede encontrar un día cualquiera dando un paseo. Y aseguro, que hay muchos más de lo que uno imagina.

Esquizofrenia a través de los ojos

Hay quienes dicen que los ojos son el espejo del alma y quizás haya sido esto lo que ha impulsado a realizar estudios acerca de lo que éstos nos pueden llegar a transmitir. Recientemente se ha confirmado la efectividad de un experimento que se ha ido llevando a cabo durante varios años y asegura un 98% de precisión. Se trata del diagnóstico de la esquizofrenia mediante los movimientos oculares de los pacientes.


Para ello se deben realizar una serie de pruebas, las cuales para confirmar que el paciente carece de la enfermedad deberá superar y duran unos pocos minutos. En el caso de quienes tienen esquizofrenia, éstos sienten la dificultad tanto de mantener la mirada en un punto fijo como en observar objetos en movimiento. También está comprobado que cuando un objeto se mueve con lentitud, el paciente con esquizofrenia tiende a realizar movimientos oculares rápidos.

Este nuevo método aparte de barato y eficiente es mucho más rápido, lo que favorecería al paciente a encontrar un tratamiento de manera más rápida en lugar de esperar meses por diagnósticos poco fiables.

lunes, 1 de junio de 2015

Brotes Psicóticos: Descontrol Delirante



Llevo aproximadamente un mes bastante inestable tanto emocional como mentalmente y no, no es de estos bajones que a veces me dan. Estoy sin medicar desde hace ya 4 meses porque no hacía otra cosa que vomitar y la situación ya estaba preocupándome. El caso es que ahora estoy bastante crítica y cada vez más en contra del mundo, apartándome poco a poco de la gente y percibiendo una realidad que no entiendo pero en la cual, todo está en mi contra.

Mi novio, mis amigos, mi familia, la carrera... nada se libra de ese pensamiento que está desbordando mi mente y a veces me siento mal por creer en estas cosas pero mi cabeza está todo el rato alerta, buscando y buscando conspiraciones. Sólo estoy normal un día a la semana, como lo es ahora, y soy capaz de escribir esto, ya que los otros días no sé qué me está pasando. Todo lo que percibo está  muy distorsionado y no entiendo nada, tal es el miedo y la inseguridad que esto me provoca, que me vuelvo agresiva a la hora de hablar, logra que me distancie mucho de la gente y me den ganas de abandonarlo todo.

Tengo ataques de ira, en los que en cuestión de microsegundos me enfado por cualquier cosa como si se tratara de un delito grave, respondiendo a los demás de la manera más destructiva posible o siento la necesidad de romper cosas con un martillo y gritar. Me he apartado de la gente por culpa de estas ideas y, ante la duda, prefiero antes apartarme que herir a los demás sin ninguna intención y luego arrepentirme. También hay ocasiones en las que siento una profunda tristeza, hasta el punto de plantearme hacerme daño. Tras varias dudas sobre lo que he estado sintiendo he indagado en muchas cosas, ¿depresión? ¿ansiedad? No. Brote psicótico.

Para quienes no lo sepan, un brote psicótico es un instante en que una persona desconecta parcial o completamente de la realidad y, en consecuencia, se comporta de manera diferente a la cual suele frecuentar. Normalmente no lo reconocemos, sabemos que algo raro está pasando... la realidad ha cambiado de repente, nos volvemos víctimas y no somos capaces de entender el por qué de todo. Simplemente, todo ha ido cambiando. Esto puede durar minutos, horas, días y alguna incluso meses. Yo personalmente, tras hablar con mi psiquiatra, he descubierto que era eso lo que me estaba atormentando durante un tiempo porque yo sola no habría sido capaz de averiguarlo a menos que llegue un punto en el que esté cuerda.

Durante un brote psicótico, se presentan normalmente los siguientes síntomas:

- Más aislamiento. Esto puede ser por dos razones: Delirios/alucinaciones que nos intentan apartar de las personas (posibles conspiraciones, críticas, infidelidades...) o porque pensamos que nadie puede comprender los que nos está ocurriendo cuando ni siquiera nosotros lo entendemos.

- Comportamiento extraño o sin sentido aparente.

- Ideas extrañas (delirios) que guían el comportamiento del psicótico. Por ejemplo: si alguien cree ser un agente secreto, pues hablará consigo mismo o se vestirá de una manera peculiar.

- Menor rendimiento escolar. Obviamente teniendo la cabeza llena de delirios/alucinaciones estamos más alerta ante estas cosas y nos distrae con mucha facilidad a la hora de estudiar o trabajar.

Quizás esto sea diferente para otras personas, pero en general según lo que me he informado es así e incluso yo lo padezco de esta forma.

viernes, 22 de mayo de 2015

Tricofilia: Atracción por el cabello


Dime una cosa. Cuando encuentras una imagen similar a la que he colocado arriba, ¿qué es lo que más te llama la atención? ¿La chica o ese bonito cabello? ¿Llega hasta el punto de que la adrenalina aumenta de tal manera que no puedes apartar la mirada durante segundos de imágenes similares? Si es así, eres como yo y no, no estás enfermo, es una atracción como otra cualquiera y no hay nada de qué preocuparse.

Tal y como dice el título, la tricofilia es la atracción hacia el cabello ya sea por su textura,color, tamaño y peinado. También esto puede englobar otras cosas relacionadas con él como por ejemplo unas tijeras, secadores... Todos tenemos algunas preferencias en cuanto a estilos de cabello pero a diferencia de personas que no la padecen, los que sí pues sienten la necesidad de acariciarlo, olerlo y admirando cada uno de sus detalles.

Yo desde hace muchos años, casualmente siempre me ha atraído el pelo rojizo/anaranjado. Me pasaba una temporada observando imágenes de cabelleras largas y con flequillo (mis favoritas) o con rizos imperfectos e incluso tenía una carpeta donde las almacenaba y observaba detenidamente. Casi siempre me dibujaba a mí misma con el pelo igual y repudiaba el mío (castaño muy oscuro, apagado y aburrido), de ahí a que se pareciera lo máximo posible al ideal para mí.

También quiero hablar de otra cosa, con intención de concienciar de que la tricofilia no tiene nada de malo. Hay algo llamado tricotilomanía (cosa que yo también padezco desde que era muy pequeña). Se trata del acto compulsivo de arrancar el pelo de forma inconsciente. Esto es señal de una importante ansiedad o trastorno nervioso y, por ello, es necesario que intervenga un profesional, ya que pueden surgir severas complicaciones. No sólo pueden quedar regiones con calvicie (cosa que nunca me ha pasado pero aún así el pelo me crece más débil) sino que existe algo llamado "Síndrome de Rapunzel" que consiste en mordisquear el pelo consiguiendo que en nuestro estómago o intestinos se forme un tricobezoar (masa de pelo) que obstruye los órganos y requiere una extracción urgente porque puede llegar a ser mortal.

jueves, 21 de mayo de 2015

Belonefilia: Atracción a las agujas


Siempre he pensado que de las fobias a las parafilias hay un paso y lo mismo pasa con el amor y el odio. Es increíble como unos polos tan opuestos pueden llegar a tener un camino tan estrecho que los separa y, quizás por eso, de ahí reside todo su encanto. Para aquellos que desconozcan el término, las parafilias son atracciones hacia determinadas partes del cuerpo, personas, objetos o situaciones que no involucran necesariamente al acto sexual. Llevo años observando este campo, ya que es un tema muy interesante y del que se puede aprender mucho para comprender cómo piensan las personas que tenemos a nuestro alrededor sin tratarlas como enfermos.

Hoy quiero hablar sobre una parafilia con la que llevo conviviendo desde hace más de 10 años: la belonefilia. ¿Qué significa esta palabrota? Se trata de la atracción irrefrenable hacia las agujas. ¿Cómo he llegado a esto? Muy sencillo, pasando primero por su rival, la gran conocida por muchos que se llama belonefobia.

De pequeña tenía un pánico descomunal hacia las agujas, tal vez por la edad que tenía o por el hecho de que una aguja de tal tamaño iba a atravesar mi piel. Mi madre tenía que llevarme al médico a ciegas, es decir, sin contarme la razón por la que íbamos a ir hasta estar dentro del centro, ya que o me escondía en algún rincón de la casa, me hacía la enferma o lo pasaba terriblemente mal la noche anterior hasta el punto de costarme conciliar el sueño. Cada vez que tenían que vacunarme en el colegio o en algún hospital, parecía una odisea: patadas, gritos que se escuchaban por todas las esquinas, tres médicos sujetándome... Por mucho que me explicaran su beneficio, ni lo entendía ni quería entenderlo.

A los once años me tocó hacerme mi primera prueba de la alergia. Yo pensé que iba a ser una cosa completamente distinta hasta que llegué a la lúgubre sala y veía a gente sentada con los brazos tendidos y llenos de pinchazos. Obviamente, lloraba y llamaba "traidora" a mi madre por haberme llevado allí a hacerme eso sabiendo perfectamente lo mucho que lo odiaba. Creía que iba a sufrir hasta que lo notaba como si se tratara de un pellizco y me reí de lo estúpida que había sido. A esa misma edad, tenía que hacerme otras vacunas más (difteria, hepatitis, tétanos...) y, para tranquilizarme recordaba la prueba de la alergia y decía para mí misma "da más miedo el tamaño de la aguja que el pinchazo", así que cumplí con todas las vacunas sin armar ningún escándalo.hasta que, por una inexplicable razón, aquello comenzó a gustarme. Durante la adolescencia los compañeros de clase y los profesores se metían mucho conmigo y tenía un nivel de estrés preocupante. Todo el mundo lo sabía, nadie hacía nada y yo era demasiado cobarde para hablar. Para no pasar por ninguna desgracia y darle un disgusto a mi familia, pinchaba mis manos y brazos con una aguja hasta desahogarme completamente.

Hace casi dos meses me hice un piercing en el ombligo y me ha gustado tanto cuando me lo hicieron que a veces temo pasarme con el número de perforaciones que vaya a hacerme. Hoy en día ya no aplico lo mencionado anteriormente pero cada vez que van a ponerme una vacuna o hacerme la prueba de la alergia, lo disfruto como la que más.

martes, 19 de mayo de 2015

Lights Out: ¿Cómo comienza la Esquizofrenia?

Hoy escribiré sobre algo que he encontrado hace alrededor de un año. Me resultó interesante y pensé que estaría genial compartirlo por aquí sobre todo para poder hablar de cosas un poco más diferentes.

Se trata de un cortometraje de terror que dura poco menos de 3 minutos pero que es capaz de elevar la tensión arterial a los 20 segundos. Este video demuestra que no es necesario abusar de efectos especiales, ni contratar a modelos altas y delgadas para que deje de ser una gran producción, puesto que el auténtico miedo reside en las cosas que nos resultan más cercanas. Mi intención con este video NO es asustar a nadie, sino que aquellos curiosos que desconozcan cómo se siente normalmente un esquizofrénico tengan la oportunidad de experimentarlo.

Se dice que el tema del cortometraje es el miedo a la oscuridad pero dando por hecho que yo en mi primer mes de esquizofrenia presentaba el mismo terror y los mismos síntomas, no dejo de apoyar que refleja algo más. Advierto: Si eres una persona que se asusta con mucha facilidad, no recomiendo que le des al play.


viernes, 3 de abril de 2015

Mi Experiencia Con Paroxetina

Hace tan sólo unos meses que estoy curada de la depresión y mi agradecimiento se lo debo a varios medicamentos que han pasado por mi martirizado hígado. He necesitado muchos inhibidores de serotonina para poder salir adelante como Sertralina, Venlafaxina y Litio sobre los cuales hablaré más adelante. El último que estoy tomando es para rematar el tratamiento de la depresión, el conocido como Paroxetina 20 mg.

Este medicamento o no es muy conocido o no he oído hablar mucho de él, hasta casi recuerdo la mueca que puse cuando el psiquiatra me lo mencionó. ¿Para qué necesitaba otro antidepresivo si estaba bien? Pues para mucho, porque tras una recuperación las recaídas son muy sencillas y mucho más arriesgadas. Tenía como tarea tomarme varias pastillas de otras medicinas, incluida ésta, cosa que me asustó por miedo a cómo iba a reaccionar horas después de tomarme el Abilify. Un horror.

Las dos primeras semanas se hacen infumables debido a las repugnantes náuseas que duran más de tres horas y que no se van hagas lo que hagas. Hay veces en las que he sentido la necesidad de provocarme los vómitos y que esa tortura se acabe antes que continuar con ese dolor insoportable durante un día entero como máximo pero eso de introducirme la punta del cepillo de dientes en la garganta se me hace horroroso, así que no lo hice y me limité a beber mucha manzanilla caliente para aliviar los cólicos. Me había acostumbrado a las medicinas pero por mi comportamiento tozudo, dejé de tomarlo todo hasta que vi que esa fue la peor decisión que había tomado entre otras muchas.

Retomé la medicación completa hasta acostumbrarme de nuevo y dejé la peor (la paroxetina) para el final, pero todo fue mucho peor que antes. NO podía tomármela después de otras medicinas como antes hacía, ya que había una especie de reacción que provocaba que estuviera vomitando dos días enteros y no podía apenas tragar mi propia saliva. Me arrepentí tanto de lo que había hacho, que decidí empezar de nuevo, primero paroxetina y luego las demás.


Lo positivo de Paroxetina 20 mg:

- Resultado casi garantizado (esto según la persona).
- A la hora de superar adicciones no se hace tan complicado.
- Menos estrés a la hora de trabajar o estudiar, debido a que ya uno no se lo toma como si le fuera la vida en ello.
- Se disfrutan más las cosas que a uno le gusta hacer.


Lo negativo de Paroxetina 20 mg:

- Cólicos infernales que duran como mucho dos semanas.
- Cansancio y hormigueos en partes del cuerpo (especialmente dedos y lengua, en mi caso).
- Movimientos torpes.

lunes, 30 de marzo de 2015

Mi Experiencia Con Risperidona 4 mg




Desde que mi psiquiatra decidió sacar un recetario y apuntar en el papel "Risperdal" ya supe a lo que estaba enfrentándome. Mi interés por la psicofarmacología ha hecho que me encontrara con este medicamento en muchas ocasiones en varios libros y webs. No sé si fue una sensación incómoda debido a que no me encontraba tan bien como creía o de alivio por haber leído buenas opiniones acerca de su eficiencia. Sin miedo alguno, tomé el papel con la letra de aspecto árabe que tiene el médico y me dispuse a comprar las cajitas con la cabeza bien alta.

Al principio estuve con Risperdal 0.5 mg durante el primer mes. Apenas se notaban los efectos e incluso fui a pedirle al psiquiatra un aumento porque no veía avance alguno. Cada mes fui ascendiendo de cantidad, debido a las fuertes alucinaciones y delirios que presentaba pero al llegar a los 3 mg ya estaba resultándome algo insufrible los primeros días a pesar de que ya me hubiera acostumbrado a la sustancia, presentando los siguientes síntomas:

- Mareos
- Náuseas
- Cansancio que duraba casi un día entero

Recuerdo ir a un examen después de haber aumentado a la cuarta dosis y estaba tan agotada que lo único que me importaba era terminar la prueba cuanto antes e irme lo más pronto posible a dormir. La máxima cantidad a la que he llegado han sido 4 mg y estaba tan harta de sentirme cansada y torpe a la hora de moverme que acabé dejándola por mi cuenta, cosa que NUNCA debí hacer. No soportaba salir con mis amigos y desear que el evento terminara para volver a casa a descansar, caminar y moverme de forma lenta y no disfrutar del momento cuando se supone que la medicación está para ayudarte.

Resulta que mi decisión terminó por hacer que acarreara con mis consecuencias, ya que después de un mes me sentí tan arrepentida de abandonarla que volví a tomar los 4 mg. Fue horrible. Un auténtico horror. Estaba tan agotada que a veces he estado apunto de caerme al suelo, el dolor de estómago era infernal, no tenía fuerzas para levantar los párpados, presentaba galactorrea (secreción láctea en pezones) y pérdida de sensibilidad en los dedos de las manos y dientes.


Lo Positivo de Risperidona:

- Su precio no es alto
- Una vez te acostumbras, resulta muy eficaz
- En menos de un mes, la frecuencia de las alucinaciones y delirios va descendiendo


Lo Negativo de Risperidona:

- Muchos efectos secundarios
- No es muy compatible a la hora de combinar con más medicinas, ya que reacciona con facilidad
- La duración de los efectos secundarios antes de acostumbrarse se prolonga a poco menos de un mes
- El aumento de las dosis no pasa desapercibido, es decir, parece que se consume por primera vez


Mi consejo:
Si se tiene constancia y paciencia, la Risperidona puede ser un buen medicamento. Me habrá causado muchos inconvenientes pero no recuerdo haber tenido muchas alucinaciones durante su uso, así que garantizo al 100% su eficacia. Si se está a disgusto con la medicina, NO hay que dejarla y mucho menos retomarla después de su abandono (a menos que sólo hayan sido unos pocos días), pues sugiere al médico que la cambie por otra menos agresiva.




Alucinaciones: Pesadillas Vivientes



Humanos desgarbados con cabezas de cerdo, caras en estado de descomposición que sonríen, monstruos encapuchados que me esperan detrás de una puerta, voces que me infravaloran de la peor manera posible, risas, arañazos mientras duermo, niños sin dientes que sonríen... Casi a diario tengo que pasar auténtico pánico en mi propia casa debido a esto que, por mucho que sepa que es producto de mi cerebro y tome 25 mg de antipsicóticos al día, no deja de dar miedo e intervenir en mi día a día.

Conozco muy bien esa sensación que tienen muchos de cerrar rápido la puerta de su habitación, mirar hacia atrás o juntar la espalda contra la pared, esconderse en posición fetal bajo las sábanas y sobre todo, intentar convencerte de que no pasará nada a pesar de que nunca llegues a creértelo. Incertidumbre, terror, tristeza... Sé muy bien lo que es. Los demás te dicen frases tan planas como "sabes que eso no es de verdad" o "no te preocupes" como si se tratara de un catarro.

De momento, el mejor de los consejos que puedo dar es hacer algo que capte entre el 80 y el 100% de tu atención, ya que cuando se presenten las alucinaciones tengas algo en qué centrarte que sea más importante que lo que estás intuyendo. Esto sólo da resultado cuando estás haciendo algo que te fascina y no un pasatiempo cualquiera para acelerar el tiempo, ya que todos tus sentidos deben estar fijados ante algo que la capte por completo.Escuchar a tu grupo favorito, prestar más atención a lo que te dicen tu familia/amigos durante el episodio psicótico, ver una serie/película de un tema que impida que apartes los ojos, salir a correr cerca de tu casa...

Por desgracia los antipsicóticos no son inmediatos y, en muchos casos resultan ser más un inconveniente que una ventaja. En mi caso, la Risperidona 4 mg fue el antipsicótico más agresivo que he tomado (tenía galactorrea, náuseas, adicción y un cansancio tan grande que en ocasiones he estado apunto de caerme) a pesar de que fuera muy bueno. Actualmente estoy tomando Aripiprazol (Abilify 10 y 15 mg) y sinceramente lo recomiendo más que ningún otro porque es muy efectivo, no da cansancio, controla comportamientos extremos y no impide que hagas cosas durante el día, no como Risperdal.

No soy psiquiatra pero si hay personas que me han leído y necesitan alguna ayuda, estaré aquí para intentar dar el mejor apoyo posible, al igual que si existe algún otro consejo para evitar estas incómodas sensaciones estaría muy agradecida poder conocerlo.












¿Amigos o Enemigos con Disfraz?

A lo largo de mi vida he pasado por delante de muchas personas; unas muy buenas, otras no tanto y otras que simplemente dan asco. No seré la amiga perfecta, ya que en ocasiones puedo considerarme injusta ante la gente que de verdad me quiere pero siempre que ha surgido alguna situación en la que tengo que dar apoyo o escuchar (que digo yo que es lo mínimo para una amistad) garantizo mi presencia aunque nunca puede faltar la típica persona que no se conforma y pide más de lo que entrega, como si tú fueras su padre y tuvieras el deber de estar pendiente de todo lo que hace.

Desgraciadamente me he encontrado con este tipo de personas y su presencia hace que tenga más miedo a la hora de hacer amigos, puesto que son personas en las que he depositado ciega confianza y que luego, a la mínima o sin razón alguna, deciden desaparecer. Unos por lo menos tienen la educación de decirte las causas, las cuales suelen resultar ridículas y fáciles de solucionar tan sólo con sentarse un momento y hablar, pero otros se ahorran la molestia como si ésto les supusiera mayor esfuerzo que sacarse una Ingeniería con sobresalientes. No hay mayor decepción que ver cómo estas personas deciden (mayormente por tonterías) salir de tu vida sin darte la menor oportunidad o por lo menos decirte si has hecho algo mal para corregirlo, yo también soy humana y me equivoco como la que más. Todo el mundo se merece una segunda oportunidad.

La mayoría de quienes hacen esto son aquellas personas en las que se confía ciegamente, incluso llegando a ser de tus mejores amigos, y que luego a la mínima estupidez deciden largarse como si la amistad no hubiera significado nada. Obviamente si se hace algo que mereciera el resultado, ahí lo puedo entender pero eso de irse sin motivo ya me parece muy feo, aparte de un acto de inmadurez. Los hay también que se creen más importantes que tú y que por eso merecen el 100% de tu atención (darle "me gusta" a todas sus fotos, reírte de todas sus chorradas a pesar de que no te hagan gracia... ) cuando no se dan cuenta de que tú también tienes tu vida y no todo el mundo gira en torno a su ombligo.

Amigos no me sobran, pero tampoco me faltan, así que en parte también me alegro porque quienes desaparecen de esta forma sé que mucho no me apreciaban ni como amiga ni como persona y, gracias a esto, sé en qué personas puedo confiar y en quienes no. Este tipo de situaciones hacen que aprecie más a mis amigos de verdad y los valore como si de oro se trataran y no a cualquier sujeto que se hace llamar "amigo" por tener un par de cosas en común conmigo y repetir los mismos chistes una y otra vez.

Perdonad el tamaño del texto pero si hay algo que no soporto es que se me desprecie. A la gente que está en mi situación "Siempre hay alguien que te querrá, valorará y aceptará como persona. No importa cuántas sean ni cuándo aparecerán pero lo mejor se hace esperar porque la vida y la justicia ponen a cada persona en su sitio y si te mereces lo mejor, da por hecho que lo tendrás".

Quien no sabe ni decir "Adiós", que no vuelva a decir "Hola".

domingo, 29 de marzo de 2015

Tabaco, Cervezas y Metal

Por si no lo había contado antes, cuando mi novio se fue de nuevo a Alemania después de una visita que me hizo entre finales de julio y principios de agosto, desarrollé tal ansiedad en el aeropuerto, que no se me ocurrió otra cosa que probar el tabaco, ya que he oído de mucha gente que eso relaja un montón. Sé que no es la mejor manera para calmar tal sensación pero estando a las 5 de la mañana en un aeropuerto y sin medicación a mi disposición, decidí recurrir a un paquete de Marlboro.

Aspiraba el humo de cada cigarrillo como si se tratara del alma de un ángel penetrando por mi cuerpo. Mi materia gris burbujeaba y la sensación de paz era tan grande, que casi podía dormirme en el asiento de atrás del autobús y cómo el venenoso humo violaba el interior de mi boca.

Tras esto, simpaticé más con un amigo con el que frecuentaba en la facultad para hacer trabajos de clase y más chorradas. Pensé que nuestro contacto iba a quedarse únicamente en hacer informes, diagramas y todas esas cosas que te llevan un buen rato prepararlas y sólo cuenta con un 20% de la nota. En fin, no voy a enrollarme más, resulta que este chico y yo decidimos quedar a menudo en verano para irnos a tomar alguna cerveza al Barbas Bar (un bar muy conocido en Tenerife y el cual recomiendo) y charlar. Nos llevábamos bastante bien, así que no veía motivos para no quedar y pasar un buen rato después de poco más de un año sin vernos.

Uno de esos días, a mediados de septiembre, me incitó a conocer a sus amigos porque según él nos llevaríamos bien al tener los mismos gustos en cuanto a música (derivados del metal) y videojuegos. Al principio estaba bastante nerviosa y se lo había negado un par de veces, no porque no quisiera conocerles, sino porque estaba en una temporada en la que no podía ni mirar a la gente a la cara. Un días de estos que fuimos al Barbas, aparecieron unos amigos suyos sin que él lo supiera y ahí no tuve más remedio que salir de mi cáscara. Después de un par de cervezas y unos cuantos cigarrillos, obtuve la suficiente soltura como para hablar con una de sus amigas y lo pasé tan bien, que incluso le propuse repetir al día siguiente.

Esto es sólo el comienzo de una serie de cambios que han repercutido en mi vida poco después.

sábado, 28 de marzo de 2015

La medicación

Si hay algo que no podía faltar en este blog después de tanto tiempo sin hacerle caso, es el tema de la medicación. Las cantidades aumentan, otras disminuyen:

- Abilify (10 y 15 mg): Esquizofrenia y trastornos del ánimo. No produce tanto sueño como la risperidona.

- Paroxetina (20 mg): Para la depresión. Produce un montón de sueño y, en el peor de los casos, náuseas y vómitos durante dos días.

- Clonazepam (0.5 mg): Antiepiléptico para casos de ansiedad. No presenta síntomas notables a menos que me tome 2 pastillas a la vez.

La esquizofrenia no está yendo muy allá estos días. No he cumplido con casi nada del tratamiento y esto no es nada más ni nada menos que culpa mía, ahora me toca acarrear con las consecuencias. No paro de ver demonios extraños: uno con cabeza de cerdo, los pies enormes y el cuerpo delgado. Otra alucinación en la que veo una cara descomponiéndose y que sonríe mostrando una boca con pocos dientes.

Nadie puede imaginarse lo horrible que es estar viendo este tipo de cosas todos los días y ya los delirios es otro tema que también me preocupa, ya que son celos y paranoias.

¿Delirio o Realidad?

Todos hemos fantaseado alguna vez con ser un héroe o alguien con poderes extraordinarios. Todos nos habremos dicho alguna vez "tú eres mejor que ellos" o "no se merecen tu atención". Todos hemos creído alguna vez en el destino hasta tal punto de pensar que hay mensajes ocultos o señales que te lo advierten. Todos hemos creído alguna vez que alguien nos criticaba o nos sería infiel... Todo eso es completamente normal pero ¿hasta qué punto pueden llegar estos simples pensamientos? ¿Llegará un punto en el que lo creamos con firmeza? Un grano de arena puede convertirse en una montaña y un pensamiento inocente puede convertirse en un delirio.

Desde pequeña fantaseaba con ser una heroína, de viajar por mundos extraños al más puro estilo de Tim Burton y que tenía una identidad diferente en este mundo para que unos espías no me mataran. Parece curioso como las inocentes fantasías de una niña de 5 años acababan llegando hasta el punto de no saber qué está pasando realmente, consumiéndote cruelmente y sin la menor piedad.

También tengo muchos delirios paranoides, promovidos por celos enfermizos y una seguridad personal en el subsuelo. Para mí, esta es la peor parte de este mal llamado esquizofrenia, ya que no hay nada más triste que desconfiar de las personas a las que amas, vivir con pánico de que alguien te hará daño. No tengo ningún método para combatir contra los delirios aparte de la medicación (Abilify 10 y Abilify 15), ya que para mí, es la parte más fuerte y la definición en sí de la esquizofrenia. Se apoderan de tu pensamiento, engulléndolo poco a poco, devorando tu materia gris hasta perderlo todo y permanecer para siempre a tu lado como si de una sombra se tratara.

Todo comienza por una idea inocente, una especie de obsesión en la que tú eres un blanco de todos los pensamientos que van aflorando en tu débil mente. Sí, sueñas con tener poderes y crees que los tienes. Sí, sientes que el hombre que camina detrás de ti quiere matarte y por eso te escondes tras la primera esquina que encuentras. Sí, ves que todas esas personas se están riendo ¿podría ser de tu patético aspecto?... Inocentes preguntas, incómodas y a la vez espeluznantes. Qué bien me lo conozco...

Hubo una temporada en la que empecé a obsesionarme con Rusia hasta el punto de que escuchaba música rusa únicamente, cantaba el himno nacional cada mañana, leía sus noticias todos los días y, sobre todo, llegué a admirarlo más que a mí misma. Me entregué plenamente a ese país hasta que un día se me ocurrió que quizás podría ser una especie de espía con una identidad diferente que debía protegerlo ante cualquier amenaza. Entrenaba parkour y otros deportes para hacerme cada vez más fuerte y estar lo suficientemente preparada para proteger al país de la forma más eficiente posible.

Obsesionada hasta el punto en el que tenía asignado un número de agente del KGB y una identidad secreta (Veronika Kuzmenko), hasta tal punto en el que en ocasiones no respondía a mi nombre original. Cualquiera que insultara a Rusia o soltara algún comentario que lo criticara, yo respondía de la forma más agresiva e insensible posible. Hubo un momento en el que ya me sentía vigilada por el KGB, los cuales me ordenaban misiones cada vez más siniestras.

El delirio puede llegar a ser casi más destructivo que las alucinaciones auditivas que incitan al suicidio, puesto que somos nosotros contra nuestra propia cabeza, ya no somos los dueños de nuestro pensamiento. Nos doblegamos ante nosotros mismos, ya sea por complejo de inferioridad, culpa o cualquier otra causa y la pérdida del control puede ser tanto significativa como peligrosa.

El Último Baile

Tétrico y oscuro escenario abandonado
Descubierto por un polvoriento telón desgastado
La tenue y débil luz del foco ilumina tímidamente
De repente aparece de la oscuridad una bailarina de ballet
De cuerpo fino y elegante como una pluma
Comienza a bailar para ningún público
Sonriente y alegre, contemplando la oscuridad de la sala
Sus pasos, firmes y a la vez frágiles,
se mueven al compás de la melodía del violonchelo
Gira una y otra vez,
extendiendo sus largos y delicados brazos abrazando el aire.
La música que antes era una melodía
Poco a poco se transforma en una canción gris
Las notas musicales que antes fueron alegres
Se convirtieron en un llanto musical
La joven mantiene su gracia
Esbozando una sonrisa amplia
Pero en sus ojos podía leerse el miedo
Ya sabe qué le sucederá
Su cuerpo
Que trata de luchar contra las turbias mareas de la música
Va debilitándose cada vez más
Intentando zafarse de las fuerzas de la inquieta canción
La música se convierte en un lúgubre y tenebroso recital
La melancolía, el terror y la más profunda tristeza
Albergaban entre los muros del teatro
Inundando con sus lágrimas negras cada rincón,
Los asientos, los pliegues del telón y los agujeros de las paredes
Su joven y bello rostro comienza a marchitarse
Como una rosa en otoño
Perdiendo su luz, su vitalidad, envejeciendo y muriendo
Su cuerpo, hermoso y elegante
Adelgaza sin piedad y palidece
Como si el diablo se apoderara de él
Destruyendo ávidamente su belleza
Fuertes piernas y brazos
No son más que finos huesos
Bailando desesperadamente
Al son de una melodía desafinada y confusa
Se puede ver su cuerpo
Marcado en los finos ropajes de la joven
Como si pidieran un auxilio que nunca será oído
Un crujido inunda la lúgubre sala
El aullido de sus huesos quebrándose
Tobillos deformes que luchan por mantenerse en pie
Costillas rotas y brazos sueltos
La luz del foco comienza a morir
Mostrando aún la tétrica silueta
El unísono de la melodía decae en el vacío
Ella, baila
Aún sabiendo que jamás podrá salvarse

Mi regreso

Reconozco abierta y sinceramente que es más difícil retomar un blog que empezarlo de nuevo o escoger su título. Tras un par de minutos de reflexión con un recipiente de cristal de 300g de salsa de queso; nachos y, cómo no, el Red Bull diario, por fin he encontrado las primeras líneas que escribir después de estar un año de pseudovacaciones. Han pasado un montón de cosas a lo largo de este año ahora que lo pienso, ya que uno durante ese tiempo piensa que su vida sigue siendo la misma cuando la gente pregunta "¿Qué es de tu vida?" y todos respondemos "Nada, lo mismo de siempre".

En primer lugar quiero acentuar la mejor decisión que he tomado desde que ingresé en aquel asilo mental llamado "Facultad de Informática", que fue trasladarme a la UNED (Universidad Nacional Española a Distancia). Si pudiera entrar en las mentes de las personas que están frustradas con sus estudios, recomendaría esta opción al 100% (Obviamente si se tiene un mínimo de voluntad), sobre todo para aquellos que tienen tiempo libre como mucho para prepararse un café. ¿Por qué dejé aquel sitio infernal? Las causas son varias:

- El año pasado no aprobé nada y con notas muy injustas para el esfuerzo al que le dediqué.
- Estudiaba durante tres meses en mi casa, sin apenas tener contacto con nadie, lo que provocó que tartamudeara a veces a la hora de hablar o no pudiera mirar a casi nadie a la cara.
- Estaba deprimida, la medicación aumentaba y, con ello, la preocupación de mi familia.
- No quería aguantar ni un día más a aquellos sujetos que se hacen llamar compañeros, los cuales para mí deberían tener otros apodos que no voy a mencionar aquí porque no me gusta rebajarme a niveles ajenos.

Vamos, todo apuntaba a que tenía que irme de allí cuanto antes. Tomé la decisión nada más ver dos injustos ceros en exámenes que no me salieron de maravilla pero cuya nota tampoco me la merecía. Y, sinceramente, fue lo mejor que he hecho: estoy sacando buenas notas y me da tiempo para hacer otras cosas.

Respecto al tema de las amistades, pues he tenido mis altibajos. Dos de mis amigas, a las cuales consideraba indispensables me traicionaron de la forma más asquerosa posible: una de ellas se percataba de lo mal que lo estaba pasando y en ningún momento tuvo el mínimo detalle de interesarse por lo que ocurría. La otra se pasó por una zona que no quiero mencionar nuestros años de amistad debido a una discusión que nada tenía que ver conmigo pero me salpicó la mierda. He recibido tropecientos mensajes suyos pidiéndome perdón pero sinceramente, si puedo evitar a ese tipo de gente interesada y que te dice una cosa a la cara y otra por detrás, mejor entonces.

Si el 2014 tuviera algún tipo de trastorno, lo clasificaría como  un año bipolar (primeros meses de depresión y los últimos, euforia a más no poder). Parece ser que todo va a avanzando en pequeños pasos y a la vez agigantados. Espero que esto sea el principio de una optimista vida.